PROCESO HISTÓRICO DE LA IGLESIA EN LA EDAD MEDIA
Por tus conocimientos adquiridos en el curso de historia recordarás que la Edad Media o Medioevo es el período que duró cerca de 1 000 años. Se inició hacia el año 476 (siglo V), momento en el que se produce el fin del Imperio Romano de Occidente destruido por los bárbaros y concluye en el año 1453 (siglo XV) coincidiendo, al mismo tiempo, con el derrumbamiento del Imperio Romano de Oriente o Bizancio, producido a raíz de la Toma de Constantinopla por los turcos.
A lo largo de los diez siglos que estudiaremos en este tema, la Iglesia Católica ha sufrido numerosas vicisitudes y ha incurrido en una serie de hechos negativos, pero no ha dejado de expresar su identidad y su vitalidad sobrenatural.
Esta realidad se fundamenta en que es el Espíritu Santo el principio vital de la Iglesia que trasciende a la historia, que la preserva de todo error y mantiene en ella la santidad y la acredita con milagros.
De ahí que la Iglesia fundada hace casi 2 000 años ha presenciado el nacimiento, apogeo y caída de poderosos imperios, ha sufrido persecuciones, sin embargo perdura hasta nuestros días llevando adelante la misión que Cristo le confió.
1. LA IGLESIA DURANTE LA FORMACIÓN DE LOS REINOS BÁRBAROS
1.1 El Mundo Cristiano y el Reino Franco
Hacia fines del siglo V el Imperio Romano de Occidente ante la irrupción de las invasiones bárbaras se desintegró en varios reinos Visigodo, Ostrogodo, franco, anglosajón; que dieron la impresión de una elución general.
En ese desconcierto total, la autoridad papal es la más consolidada y la Iglesia la única Institución organizada.
De todos los estados bárbaros que se formaron, sólo el reino franco (origen de la Francia actual) persevero en aceptar los beneficios de la civilización romana y entraron a servir al Imperio.
Los francos se dividían en tribus y cada tribu tenía su rey, en una de ella gobernaba Clodoveo.
Hacia el siglo V Clodoveo siendo aún pagano, se enfrentó a los alemanes. Debido a que en lo más reñido de la batalla, sus guerreros retrocedieron, Clodoveo invocó a Cristo, Dios de su esposa Clotilde con estas palabras: "Dios de Clotilde, si me das la victoria creeré en ti y me haré bautizar en tu nombre".
Clodoveo venció a los alemanes y cumplió su promesa. San Remigio obispo de Reims lo bautizó junto con tres mil de sus guerreros y luego preparó a Clodoveo y Clotilde para el matrimonio Católico.
Clodoveo llegó a ser así, el único rey católico, jefe de los católicos y protector oficial de la Iglesia.
1.2. Nacimiento de los Estados Pontificios
Los sucesores de Clodoveo, por holgazanes, dejaron escapar de sus manos, las riendas del gobierno, pasando éstas a poder de los mayordomos de palacio hasta que Carlos Martel convirtió la mayordomía en hereditaria y se proclamó rey de los francos.
A la muerte de Carlos Martel, su hijo Pipino El Breve, funda la dinastía de los Merovingios y asume personalmente el título de rey, pero antes de dar este paso solicitó la aprobación del Papa Zacarías, quien lo ungió como rey. Desde este momento quedó constituida la alianza entre el Papa y el rey.
El acto más notable del reinado de Pipino fue su victoria contra los Lombardos de Italia, a quienes les quitó el territorio de Rávena y se la obsequió al Papa Esteban II,
Este hecho reviste suma importancia, porque es a partir de este momento, que el papado adquiere territorios, nacen así, los Estados Pontificios y el Papa se convierte en soberano.
A la muerte de Pipino, El Breve, le sucede su hijo Carlomagno, a quien se le considera con toda justicia, el verdadero organizador del Imperio Romano de occidente.
En la Navidad del año 800 (siglo IX) se hizo coronar emperador por el Papa León III.
2. RELACIONES ENTRE LA IGLESIA Y EL IMPERIO CAROLINGIO
Con el Imperio de Carlomagno se abre una nueva etapa en las relaciones de la Iglesia con el poder civil, se manifiestan en las siguientes medidas:
Estableció una gran unidad entre el poder temporal (emperador) y el poder espiritual (el Papa) con el fin de efectivizar su acción civilizadora.
El Papa pertenecía de lleno al Imperio, invocaba la justicia y la protección del Emperador y le debía fidelidad como otro vasallo cualquiera, pero al mismo tiempo como última instancia en la tierra, confería la dignidad real e imperial a la familia reinante.
El clero era considerado la segunda clase social del Imperio, estaba integrado por representantes de las diferentes clases sociales. Las jerarquías eclesiásticas pertenecían a la nobleza y poseían grandes territorios.
Desarrolló una importante campaña de fomento cultural sobre todo mediante la fundación de escuelas en coordinación con la Iglesia.
Las razones expuestas nos permiten comprender que Carlomagno hiciera de la Iglesia objeto de sus cuidados.
Se crearon dos tipos de escuelas: las parroquiales, que funcionaban en todas las iglesias, dedicadas a educar a los hijos del pueblo (hombres libres y siervos) y las monacales o catedralicias, en los monasterios y catedrales, cuya principal misión era impartir instrucción a los clérigos, y a los hijos de los nobles que no seguirían la carrera religiosa.
3. LA IGLESIA INMERSA EN EL SISTEMA FEUDAL
El régimen feudal adquirió su configuración casi definitiva en los siglos IX y X. En su forma de gobierno, la soberanía iba estrechamente unida a la propiedad de la tierra.
La Iglesia que poseía importantes terrenos se convirtió en un poderoso Estado y se vio atrapada en el sistema feudal.
El clero era la clase más culta e influyente, dedicada al culto y a la enseñanza. Reyes y señores obsequiaban a la Iglesia tierras, castillos, aldeas, que llegaron a constituir los llamados "feudos eclesiásticos", y que contribuyeron a incrementar la riqueza y el poder del clero.
3.1. La Iglesia y la problemática de los feudos Eclesiásticos
En esta época el poder civil representado por los Emperadores y los señores feudales, intervenían en el nombramiento de los Papas, los abades, los obispos, etc.
A su vez el Papa, intervenía en el nombramiento y coronación del Emperador así como en la ceremonia de armar caballeros a los señores feudales.
En una misma ceremonia de investidura se concedía al obispo: la jurisdicción temporal que le otorgaba el Emperador al señor feudal (investidura laica) y la jurisdicción espiritual que la confería generalmente el arzobispo (investidura eclesial).
Esta mutua interferencia tuvo momentos de paz ro también de terribles crisis :
Suscitó ambiciones y una serie de problemas relacionados en la ocupación de cargos eclesiásticos.
Como los feudos del clero no eran hereditarios los señores feudales y el Emperador disponía de ellos en favor de sus favoritos.
En estas condiciones la calidad del clero mucho que desear ya que su elección no decía únicamente a consideraciones religiosas.
En muchos casos se favoreció la simonía, es decir el tráfico o negocio de las cosas santas.
Con el correr del tiempo estos enfrentamientos de poderes, el espiritual del Papa y el político o temporal: los reyes, dio lugar durante tres siglos a un largo conflicto entre el Papado y el Imperio, que originó más tarde el problema de las investiduras (facultad para nombrar los cargos eclesiásticos)
3.2. Aportes de la Iglesia a la Sociedad Feudal
La Iglesia contribuyó con valiosos aportes:
Cumpliendo con su poder evangélico de defender a los oprimidos, intervino en favor de campesinos, mercaderes, labradores, marginados.
Los obispos, monasterios y abadías fueron señoríos feudales que prestaron un gran servicio a la sociedad civil. Evangelizaron, difundieron la cultura, unieron a los pueblos los protegieron, desarrollaron la agricultura y ganadería. Posteriormente, algunos monasterios cayeron en una penosa decadencia moral y en la secularización (explicar las cosas sólo mediante la ciencia rechazando los fundamentos de la religión).
4. LA IGLESIA Y LAS CRUZADAS
Cruzadas son las expediciones de carácter militar y religioso que, en los silos XII y XIII, los cristianos de Europa llevaron a cabo en Asia Menor con los Turcos selyúcidas y sarracenos de Palestina y África, para recuperar el Santo Sepulcro (donde fue enterrado Cristo), del poder de los musulmanes, y, al mismo tiempo, arrebatarle su dominio de Oriente.
La cristiandad tomando conciencia de su unidad se arma contra un enemigo común : el Islam, que indebidamente ocupaba los lugares donde vivió Cristo.
La Iglesia misma pues, organiza esta guerra santa y funda varias órdenes religiosas para ayudar en esta lucha:
La orden de los Hospitalarios (para dar alojamiento y hospitalidad a los peregrinos y viajeros).
La orden de los Templarios (para defender los templos y las ciudades de Tierra Santa). Cruzado medieval.
La orden Teutónica (para defender a los peregrinos que se dirigían a Jerusalén)
Las expediciones de los cruzados fueron en número de ocho, pero, a excepción de la primera que cumplió con su objetivo, las demás se diluyeron en el trayecto o desviaron su rumbo, ya sea al norte de África, a Constantinopla o a otros puntos del Asia Menor, pues sólo les animaba el deseo de conquista, dominio, y asimilación de tierras para beneficios de los señores feudales europeos.
5. LA IGLESIA, LAS HEREJÍAS MEDIEVALES Y LA INQUISICIÓN
La cristiandad medieval, sobre todo después de las cruzadas no era una sociedad unánime puesto que una serie de doctrinas unas basadas en el mismo evangelio y otras extrañas al cristianismo empiezan a circular.
Muchas de estas agrupaciones disidentes eran una protesta evangélica contra una Iglesia demasiado poderosa y contra los sacerdotes ambiciosos.
Otros deseaban que la Institución eclesial se mostrase más fiel a la pobreza de Cristo y del evangelio y no faltaron quienes se agruparon fuera de los marcos de la doctrina de la Iglesia católica.
A las agrupaciones mencionadas se les conocía como disidentes y herejes: Valdenses y cataros que hasta llegaron a negar la necesidad de la Iglesia.
En los siglos XI y XII los disidentes son más numerosos. La cristiandad bajo el lema : La fe es la base de la sociedad, hay que salvaguardarla, decide reprimirlos a través de la inquisición.
La Inquisición nace por los años 1220 - 1230 por unanimidad entre el poder civil y religioso que deciden colaborar en la búsqueda sistemática de los herejes y en la aplicación del castigo que se merecen: cárcel, multas, peregrinaciones, pena de muerte, tortura...
La Iglesia asumía la responsabilidad directa de las penas infringidas y dejaba al poder civil la función de ejecutar las sentencias. En este caso la Iglesia para asegurar la supervivencia utilizó los medios que empleaban la justicia de la época, la tortura y la muerte.
6. LA IGLESIA Y EL SACRO IMPERIO ROMANO GERMÁNICO
El reino de Alemania hacia fines del siglo X con Otón I reestructura y revitaliza el imperio romano y crea el Sacro Imperio Romano Germánico (962 d.c.).
Durante el siglo XT el sacro Imperio Romano Germánico fue la mayor potencia de Occidente por el hecho de tener carácter y a la vez gozar de un inmenso poder temporal, desató una fuerte lucha entre la Iglesia y el Estado a fin de delimitar en el poder de cada uno.
Otón I al recibir la dignidad imperial, se arrogó el derecho de intervenir en la elección papal generando con ello un largo conflicto entre el poder espiritual (el Papa) y el poder temporal (el Emperador).
Otón II ahondó el problema pues nombró sólo a Papas que le fueran adictos.
Como consecuencia de estas injerencias en el campo religioso, la Iglesia fue perdiendo su libertad, pues el emperador, instituido como jefe de la cristiandad designaba a los Pontífices los sometía a su poder y vendía sus bienes eclesiásticos como dominios propios.
De este modo, la Iglesia progresivamente se enfrentó con el problema de las investiduras, debido a que los emperadores se arrogaron los dos poderes: el temporal o civil y el poder eclesiástico, hechos que se conocen con el nombre de Cesaropapismo, lo cual desató la querella de las investiduras que dio lugar a la Edad de Hierro de la Iglesia (siglo X).
7. LA IGLESIA Y EL SIGLO OSCURO DEL PAPADO
Al finalizar el siglo IX, la Europa occidental ofrecía el panorama de un caos indescriptible. En el transcurso de esos años de incesante desorden el naciente sistema eclesiástico entró en crisis. Así lo demuestran diversos detalles o pormenores.
8. LA IGLESIA MEDIEVAL Y LOS PROBLEMAS DE REFORMA
8.1. La reforma inicial desde Cluny
Recordemos que hacia los siglos X y XI, los príncipes y señores feudales tenían bajo su total dependencia a las autoridades eclesiásticas, por esta razón, su elección estaba subordinada a la voluntad de los reyes.
Lo acontecido durante el siglo oscuro del Papado causó una reacción contraria por parte de los monjes
que desde el monasterio de Cluny iniciaron la reforma y luego se extendió por todos los monasterios.
Entre las principales reformadores mencionaremos a los Papas: Gregorio VII e Inocencio III.
En su programa reformador proponían:
Liberar a la Iglesia del poder temporal y ordenarla internamente,
reformar profundamente las costumbres,
volver a los valores tradicionales del Evangelio: pobreza, oración, es decir vivir de acuerdo al ideal evangélico que nos trajo Jesús.
8.2. El Concordato de Worms: Fin de las investiduras
El problema de las investiduras, finalizó años más tarde con el Concordato de Worms (1922), firmando entre el Emperador de Alemania, Enrique V y el Papa Calixto II. En este concordato se estableció claramente la definición entre el orden temporal y el espiritual, pero se le reconoció al emperador el derecho de conferir la investidura temporal.
A las autoridades religiosas les concedió el derecho de elegir a los candidatos para los cargos eclesiásticos quienes recibirían del Papa la investidura o jurisdicción espiritual. Los obispos abandonaban así, definitivamente la autoridad temporal que les había dado Otón I.
Después del concordato de Worms, el poder político de la Iglesia llegó a su apogeo, ya que los pueblos volvieron a reconocer en el Papa un jefe indiscutible, acudiendo a él como árbitro para dirimir las más importantes y difíciles cuestiones.
9. LA IGLESIA Y EL CISMA DE ORIENTE Y OCCIDENTE
La realización de estos cismas agudizó el debilitamiento del poder papal y dividieron a la cristiandad.
9.1. El Cisma de Oriente
Oriente (Bizancio) se había resistido siempre a aceptar como jefe de la cristiandad al Papa instalado en Roma. Lamentablemente la ruptura de la cristiandad entre estas dos Iglesias continúa hasta nuestros días.
Pero en realidad, la razón de peso que motivó esta ruptura fue la rivalidad por la primacía política de Roma o de Bizancio. El Patriarca de Oriente Focio, se reveló contra las disposiciones del Papa Nicolás I de Roma y desató una discusión, sobre las interpretaciones que debían darse a la doctrina evangélica aludiendo que la Iglesia católica tergiversaba los principios de la fe cristiana en relación a los grandes misterios.
Desde entonces fundó la llamada Iglesia Griega
Ortodoxa, proclamándose jefe de ella (875 d.c.). Los cristianos quedaron divididos: en católicos fíeles al papa de Roma y en ortodoxos, seguidores de los patriarcas orientales.
9.2. El Cisma de Occidente
El cisma de occidente tuvo su raíz en la presión del pueblo romano, partidario de un papa italiano y en la debilidad del Colegio de Cardenales con mayoría de miembros franceses que deseaban un papa francés. Esto dio lugar a )a elección de dos papas : uno italiano que residió en Roma y otro francés que se instaló en Avignón hacia el año 1308 (siglo XIV) cuando el cardenal francés Bertrand de Got fue elegido papa con el nombre de Clemente V.
El nuevo pontífice muy amigo del rey de Francia Felipe IV el Hermoso decidió instalarse en Avignón, pero el Colegio Cardenalicio de Roma desconoció al Papa de Avignón porque su determinación era una violación establecido por la iglesia católica.
10. LA IGLESIA Y SU INFLUENCIA EN LA CULTURA MEDIEVAL
10.1. Aportes de la Iglesia a los pueblos Bárbaros
La Iglesia contribuyó a la unión de tres elementos culturales: el bárbaro - germano, el greco - romano y el hebreo - cristiano; que determinaron las características de la Cultura Medieval
10.2. Aportes de la Iglesia en el Aspecto Espiritual y de Obra Social
Fiel a las enseñanzas de Jesús, la Iglesia medieval se preocupo mucho por ponerlas en práctica en el campo social, prestando ayuda a los huérfanos, pobres, las, ancianas, enfermos, etc. Para lo cual, se funda hospitales, orfelinatos, asilos, leproserías, cofradías de fíeles para sostenerlos y congregaciones religiosas dedicadas exclusivamente a la atención de estas instituciones de bien social.
10.3, Aportes de la Iglesia en Campo Cultural
La obra cultural que la Iglesia realizó en el campo educativo es de suma importancia. Gracias a la vocación para la docencia de diversas órdenes religiosas, se fundaron escuelas, universidades, bibliotecas, laboratorios, etc.
