EL HOMBRE NUEVO NACE Y VIVE POR LA CELEBRACION DEL MISTERIO DE CRISTO: LOS SACRAMENTOS
1. SACRAMENTOS DE INICIACIÓN
En tu vida diaria, habrás observado que para comunicarnos con las demás personas, utilizamos permanentemente diversos signos: nos estrechamos las manos, ofrecemos flores, abrazamos a un amigo, agitamos el pañuelo, guiñamos los ojos, pero ¿haz caído en cuenta que lo más importante no es el puro gesto exterior, sino lo que dicho gesto contiene; es decir, lo que con él se quiere significar?
Jesús en su permanente diálogo con los hombres, también se sirve de una serie de realidades materiales que usamos en nuestra vida ordinaria y de signos de nuestro mismo mundo, a través de los cuales se comunica eficazmente para que podamos captarlos con facilidad; pero les da una significación y una eficacia que por sí mismos no tienen y con ellos instituye los sacramentos.
Los cristianos, por medio de los sacramentos:
Aceptamos el don que Jesús nos comunica: su vida divina, una vida nueva;.
Recibimos a Jesús en persona, como si lo viéramos cara a cara. Hay que acogerlo entonces, con fe, con amor, con alegría y gozo... Él es y seguirá siendo nuestro compañero de ruta en nuestra marcha hacia la vida eterna.
Desde el día de nuestro Bautismo, desde que empezamos nuestra marcha, Cristo camina a nuestro lado:
En el Bautismo nos entrega la luz de la fe para que con ella iluminemos nuestros pasos.
En la Confirmación fortalece nuestro cuerpo con la unción del óleo consagrado, para hacemos fuertes y valientes en la marcha. Cuando, cansados, caemos en el camino, a través de la Penitencia nos tiende una mano para levantarnos e invitarnos a seguir adelante.
En la Eucaristía, el pan de los fuertes. Él mismo se nos entrega en alimento a fin de que no desfallezcamos antes de llegar a la meta.
Así también se hace presente cuando los esposos deciden hacer juntos el camino de la vida, con el sacramento del Matrimonio, para hacer más segura esa unión.
También se une al sacerdote a través del Orden Sagrado, para recorrer con él las etapas de su vida consagrada.
Si Cristo quiere caminar siempre con nosotros, en cada uno de los momentos o etapas de nuestra vida ¿podrá dejarnos solos en ese momento más difícil de nuestro peregrinar? ¡No! Él se acerca entonces a nosotros en la Unción de los enfermos, y nos anima a dar el paso definitivo hacia la casa del Padre.
Como verás, cada uno de los sacramentos tiene una repercusión esencial en nuestra vida. El Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía son sacramentos de iniciación cristiana porque ponen los fundamentos de la vida cristiana y son los pasos que nos introducen en ella.
En este tema abordaremos aspectos esenciales del Bautismo y de la Confirmación y en el próximo tema nos concentraremos en la Eucaristía,
1.1 LOS SACRAMENTOS: SU SIGNIFICACIÓN
La palabra latina «sacramentum» significa etimológicamente algo que santifica (res sacrans) y en griego equivale a la voz «misterio» que significa: cosa sagrada. De acuerdo a su etimología se ve claramente que el sentido de la palabra es muy amplio: significa cualquier cosa sagrada o religiosa.
Cuatro elementos, incluye la noción de sacramento:
Es una «cosa» sensible, es decir, que puede percibirse por los sentidos corporales (el agua en el Bautismo, el pan y el vino en la Eucaristía, etc.). Jesús, sin embargo, no eligió una realidad material cualquiera, sino aquella que ya en el plano natural sirve para un fin similar al que Dios quiere producir sobrenaturalmente: el agua, para lavar; el aceite para fortificar el cuerpo; el pan, para alimentar, etc.
Esa cosa sensible es, además, «signo» de otra realidad (llamada gracia).
Fue instituido por Jesucristo durante su vida terrena.
Tiene eficacia sobrenatural para producir la gracia en el alma del que lo recibe. No sólo significa la gracia sino sobre todo la produce de hecho, por ejemplo, el Bautismo no sólo simboliza la purificación y la limpieza interiores, sino que efectivamente la produce.
Por eso se afirma claramente que los sacramentos instituidos por Cristo no son signos convencionales o ineficaces, sino que verdaderamente obran, siempre aquello que significan de un modo infalible, en aquel que los recibe con las debidas disposiciones.
2. LOS SACRAMENTOS: ENCUENTRO PERSONAL CON JESÚS
Los sacramentos son siete gestos de Jesús, siete signos de salvación, siete encuentros con Jesús, que se dan y reciben en los momentos más importantes de la vida del hombre en la Iglesia. Estos signos tienen un fin pedagógico. En ellos se manifiestan la sabiduría de la Pedagogía divina:
No sólo suponen la fe, sino que la alimentan, la robustecen y la expresan. Mediante ellos, se nos da la vida.
Corresponden oportunamente a todas la etapas importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento: curación y misión a la vida de fe de los cristianos.
De este modo los siete sacramentos expresan claramente una analogía entre la vida sobrenatural del alma y el desarrollo de la vida natural del cuerpo. En efecto:
Por el Bautismo se nace a la vida espiritual.
Por la Confirmación esa vida crece, se fortifica y se desarrolla.
Por la Eucaristía el alma se alimenta con la vida divina.
Por la Penitencia se curan sus enfermedades, se perdonan y se le devuelve la vida de gracia cuando la ha perdido.
Por la Unción de los enfermos se prepara a la muerte,
Por medio de los sacramentos sociales -ORDEN SAGRADO Y MATRIMONIO- se rige la comunidad eclesiástica se conserva y se acrecienta tanto en su cuerpo como en su espíritu.
3. EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
3.1 SIGNIFICADO DE BAUTISMO
El Bautismo es el sacramento por el cual el hombre nace a la vida espiritual y hace su entrada en el Reino de Dios, mediante la ablución del agua y la invocación de la Santísima Trinidad.
Entre los sacramentos, ocupa el primer lugar, porque es el sacramento de la fe, puerta de todos los sacramentos, puerta de la Iglesia: por él se nos comunica la vida sobrenatural de hijos de Dios, se nos capacita para recibir los sacramentos restantes, y nos incorporamos a la Iglesia instituida por Jesucristo como sacramento universal de salvación.
3.2 INSTITUCIÓN DEL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
En el Bautismo por la ablución del agua y la invocación de la Santísima Trinidad el hombre participa de la vida sobrenatural de Hijo de Dios.
La Sagrada Escritura nos da pruebas que el bautismo es uno de los sacramentos instituido por Jesucristo:
En el Nuevo Testamento aparecen testimonios tanto de las notas esenciales del sacramento como de su institución:
El mismo Señor explica a Nicodemo la esencia y la necesidad de recibir el bautismo: «En verdad te digo que quien no naciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de los cielos». (Jn. 3, 3-5)
Jesucristo da a sus discípulos el encargo de administrar el bautismo (Cfr. Jn. 4,2)
Ordena a sus Apóstoles que bauticen a todas las gentes: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (t. 28, 18-19). «Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y se bautizare, se salvará». (Mc. 14)
Los apóstoles después de haber recibido la fuerza del Espíritu Santo, comenzaron a bautizar. (Ver Hechos 2, 8-41)
3.3 LITURGIA DEL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
Se inicia con el rito de acogida en la Iglesia.
e1 anuncio de la Palabra de Dios. El sacerdote explica la Palabra para iluminar, con la verdad revelada, a los participantes a la asamblea, con el fin de suscitar, en ellos, una respuesta de Fe.
Renuncia al pecado y profesión de fe. Los padres y padrinos renuncian al pecado y renuevan su fe ante todos los presentes.
Bautismo: el ministro, después de preguntar a los padres si desean que su hijo sea bautizado, derrama el agua sobre la cabeza del niño, pronunciando las palabras del sacramento (forma).
La unción del Santo Crisma, el sacerdote unge con el óleo la cabeza del niño, significando que el Bautismo nos hace miembros de Cristo: Sacerdote, Profeta y Rey.
Le impone, después, una vestidura blanca, símbolo de la gracia; significa que el bautizado se ha revestido de Cristo, que ha resucitado con Él.
La luz del Cirio Pascual, en el Cirio Pascual, que es figura de Jesucristo, se enciende la vela que corresponde a cada niño. Significa que Cristo ilumina al bautizado. En Él, los bautizados son «luz del mundo», que deben mantener encendida y viva la llama de su Fe.
4. EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
4.1 SIGNIFICADO DE LA CONFIRMACIÓN
La confirmación es el sacramento por el cual el bautizado queda fortalecido con el don del Espíritu Santo para que de palabra y de obra, sea testigo de Cristo y propague y defienda la fe.
La confirmación es para los creyentes lo que Pentecostés fue para los Apóstoles porque en ese día recibimos la plenitud de los dones y de los frutos del Espíritu Santo.
El sacramento de la confirmación aumenta en nosotros los dones de:
* Entendimiento * Ciencia
* Piedad * Sabiduría.
Y Los frutos de:
Amor * Paz
Alegría * Dominio de sí
Consejo * Temor de Dios
Fortaleza * Fidelidad
Amabilidad * Bondad
* Paciencia
La confirmación imprime en el cristiano el espíritu de fortaleza; pero es en los años juveniles cuando este sacramento tiene una significación especial porque son los años del valor, de la generosidad, de los grandes arranques, de las apasionadas actitudes.
4.2 REQUISITOS PARA RECIBIR EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
Para recibir la Confirmación, es preciso:
Estar en gracia de Dios (no tener pecado). Conviene recurrir al sacramento de penitencia para ser debidamente purificado.
Tener la intención de recibir el sacramento y estar debidamente preparado para asumir la responsabilidad de ser discípulo y testigo de Cristo
Prepararse mediante la oración , para recibir, con docilidad, la fuerza y la gracia del espíritu santo
Que los confirmados soliciten la ayuda espiritual de un padrino o de una madrina.
4.3 LITURGIA DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
Imposición de las manos: El ministro ordinario reza por los que se van a confirmar y les imponen las manos, para que reciban el don del Espíritu Santo.
Crismación: El ministro-celebrante unge la frente de cada participante con el santo Crisma, hace la señal de la cruz manteniendo la mano extendida sobre la cabeza mientras pronuncia: «Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo».
La unción con el santo crisma significa:
• Que el confirmando está revestido de la fortaleza del Espíritu Santo y
• Que tiene una mayor identificación con Cristo.
